Como el indio que escucha con el oído pegado a tierra, los sonidos de la llanura. Como el médico, inclinado sobre el pecho de un enfermo para escuchar el soplo de vida...
Juntos escuchamos las voces profundas del mundo. Existe aquello, que se percibe esa primera mirada: mucho ruido, agitación, miseria y miedo...
Lo más importante no es aquello, que se ve, sino lo que está escondido.
Juntos escuchamos las voces profundas del mundo. Existe aquello, que se percibe esa primera mirada: mucho ruido, agitación, miseria y miedo...
Lo más importante no es aquello, que se ve, sino lo que está escondido.
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