Después del desencanto nada nos queda donde apoyarnos y hasta parece, que el agua que siempre cantaba es una voz apagada...
Con las sienes cubiertas de escarcha, nos llegara la alborada y alzaremos la bandera en la oscura encrucijada y encenderemos la hoguera en la fría madrugada y estaremos cara a cara, alma con alma...
Con las sienes cubiertas de escarcha, nos llegara la alborada y alzaremos la bandera en la oscura encrucijada y encenderemos la hoguera en la fría madrugada y estaremos cara a cara, alma con alma...
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