Mientras vivimos, no vemos a los hombres que se cruzan en nuestro camino y de hombres y niños está el mundo lleno...
Todo rostro humano, aún sin palabras nos habla. Los rostros humanos se desdibujan en el tiempo, sin que nadie haya sabido leer en ellos...
No sólo hombres, también los niños llevan en sus rostros señales de heridas...
Los cansancios infinitos se han de reverenciar y usar la sensibilidad, para poder contemplar a los humanos cuyos rostros tienen mucho que contar...
Todo rostro humano, aún sin palabras nos habla. Los rostros humanos se desdibujan en el tiempo, sin que nadie haya sabido leer en ellos...
No sólo hombres, también los niños llevan en sus rostros señales de heridas...
Los cansancios infinitos se han de reverenciar y usar la sensibilidad, para poder contemplar a los humanos cuyos rostros tienen mucho que contar...
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