Contemplar es, ver lo que otros no verán es dejarse seducir por la belleza escondida de nuestra vida. En realidad vivimos una película y dentro de nosotros está el misterio de luces y sombras, guerra y paz, optimismo y pesimismo... Y si a esto añadimos dónde el camino nos lleva, veremos que nuestra película personal no nos deja descansar y nuestras poses nunca son a gusto de los demás, ni siquiera el pensamiento encaja con otras formas de pensar. Vale la pena saber contemplar lo que otros no verán, nuestro personal misterio con su guerra y con su paz.
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