Nos sentimos demasiado agobiados con todos los " demasiados " y ya se sabe: "gota a gota, el mar se agota"...
Se agota la paciencia, se agotan los recursos humanos...
Nada nos es demasiado, nada nos satura y hasta cuando hablamos el " demasiado " de muchos vocablos no hacen , que las palabras estén bien dichas...
Vamos tras el demasiado, buscando dónde puede estar la dicha, cuando la dicha del demasiado, no puede llenar la vida...
Lo poco está en el pozo de nuestra alma; una dicha pequeñita pero tan profunda como todos los "demasiados " juntos...
Bajemos hasta el fondo de nuestro pozo, donde dormitan alegrías infinitas...
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