Dicen, que la fe se pierde en el camino y que la vida se lleva nuestra alma de niños...
¿Qué nos queda?
Un inmenso vacío, una ilusión ausente, donde la ausencia del amor nos vuelve indiferentes...
Nuestra alma de niño, no tiene porque perderse...
Ser adulto es ser: un niño grande...
¿Qué nos queda?
Un inmenso vacío, una ilusión ausente, donde la ausencia del amor nos vuelve indiferentes...
Nuestra alma de niño, no tiene porque perderse...
Ser adulto es ser: un niño grande...
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