Si alguna vez has probado vivir a fondo el transfondo de tu vida, te habrás dado cuenta de los muchos mensajes que llegan hasta ti...
Casi todo cuanto llega a tu mundo interior se convierte en incomprensible e invisible, dado que cada ser humano ya lleva en si el peso de la propia vida...
La vida de uno mismo está sobrecargada no solo de pensamientos e ideas, sentimientos ilusiones, tensiones. Poseemos tantas imágenes vividas o deseadas, que en fin, el mundo exterior nos resbala y es comprensible no poder retener todo cuanto quisiéramos...
Nuestro interior es: un mar de dunas, donde cualquier viento puede cambiar el paisaje personal...
En las arenas movibles de nuestro interior está lo más valioso de nuestro ser: el afán por la supervivencia, la superación...
Tú mismo guardas lo mejor de ti: la realidad de tu ser y habrás de hacer el esfuerzo para poderte comprender...
Casi todo cuanto llega a tu mundo interior se convierte en incomprensible e invisible, dado que cada ser humano ya lleva en si el peso de la propia vida...
La vida de uno mismo está sobrecargada no solo de pensamientos e ideas, sentimientos ilusiones, tensiones. Poseemos tantas imágenes vividas o deseadas, que en fin, el mundo exterior nos resbala y es comprensible no poder retener todo cuanto quisiéramos...
Nuestro interior es: un mar de dunas, donde cualquier viento puede cambiar el paisaje personal...
En las arenas movibles de nuestro interior está lo más valioso de nuestro ser: el afán por la supervivencia, la superación...
Tú mismo guardas lo mejor de ti: la realidad de tu ser y habrás de hacer el esfuerzo para poderte comprender...
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