Todo puede suceder, pero no siempre sucede. La inquietud de si va a llover ya nos hace pensar, que nos vamos a mojar. Aunque no llueva ya nos estamos mojando con la lluvia ácida del pesimismo, que nos estamos creando nosotros mismos. Lo nuestro siempre es: suponer lo que puede suceder, sin darnos cuenta, que hace un sol radiante.
Toda la razón 😀
ResponderEliminar