Una pequeña gran diferencia

Callamos y guardamos, quizás porque sabemos o intuimos la incomprensión ajena...
Nuestros desalientos corren el peligro  de llevarnos al desierto...
Nos han enseñado a callar y guardar los sentimientos.
Un ejemplo:
Un niño llega del colegio llorando porque ha perdido un lápiz...
A nosotros los adultos se nos ha roto el coche y después de mil sudores regresamos a casa cansados  y desalentados. Pero entramos en nuestro hogar cantando, o sea disimulando...
Y hay bastante diferencia entre un coche y un lápiz. ...
El niño expresa sin ningún reparo lo que siente y el llanto es una forma de expresión...
Lo que os decía: los adultos; callamos y guardamos...

Cantemos...

Los que sabemos cantar hemos de cantar muy alto para, que toda la gente se unan a la canción...
El mundo ya no será el silencio incomprendido, porque estaremos unidos por una sola voz ...
La canción del optimismo es la tuya y es la mía, pero todos los hombres la necesitan...
Cantemos...

Nuestros sentidos inciertos

Estar seguro de uno mismo es algo bastante dudoso, porque no siempre vemos lo que vemos y no precisamente por culpa de la visión y lo nuestro es sumar restar y multiplicar en las visiones y circunstancias del día a día...
Un ejemplo, quizás nos ayude:
Tienes una caja de bombones, que guardas bajo llave. Eso de la llave ya suena como algo raro porque en tu casa no hay nadie...
Cada día cuentas los bombones uno por uno. Eso ya indica que no te fías de ti. Mejor así , para que se abran los ojos a lo incierto de los sentidos...
Y llega el día que al ir a contar los bombones te das cuenta de que sólo queda uno y te preguntas:
¿ Quien ha sido?
Quizás no lo sepas pero, has sido tú...

Grandeza sumergida

Aunque vayamos acompañados, vamos solos con nuestra profundidad...
Somos como un iceberg, que navega en solitario y del que sólo vemos lo menos. Su grandeza sumergida, no la vemos...

¿ Estamos alterados ?

Lo de ser adultos lo tenemos tan sabido y asumido que vemos y analizamos demasiado y así estamos: con subidas de tensión de nuestro estado alterado....
Sólo la pequeña felicidad, nos puede hacer vivir mil años, porque la pequeñez anula los demasiados...

Sentirse perdido

Por mucho que hayas  avanzado, siempre habrás de aprender de nuevo a caminar. Lo tuyo será siempre; volver a empezar, volver a pasar por los mismos caminos y sentirte a veces perdido...

La última gota de la lluvia

La última gota de la lluvia, descendió solitaria y era tan pequeña, que nadie la vio...
La ultima nota del concierto se expandió en el apoteosis final y llegó a todos los rincones de la ciudad...
Dos ejemplos, dos visiones de la vida dónde podemos ver, que el silencio sin hacer ruido, sin que nadie lo vea tiene sentido...
El sonido, el ruido, las palabras, pueden llegar lejos, pero también pueden no tener sentido...

La daga de las palabras

Ahí dónde lanzamos la daga de muchas palabras, todos quedamos heridos...
Si acumulamos tensiones es porque: no usamos la comprensión y es que la comprensión anula la tensión...
Todos necesitamos una válvula de escape y aquí se habrían de usar los puntos suspensivos, para aceptar que el silencio es muchas veces positivo y puede darnos y dar, el motivo de anular lo negativo...

Luz

La luz puede cegarnos o guiarnos...
Hablando de la luz preferimos omitir la oscuridad, pero ya que muchos viven  en la sombra podemos pensar, que la luz no es siempre claridad...
La luz del nuevo día puede alegrarnos el día, pero en contraposición puede cegarnos a la luz de la ilusión...
Ilusión es lo que falta, para aliviar la tensión...

Imaginemos...

A la hora de pensar todos somos creadores, pero nuestra creación cambia el contenido en cada momento...
Imaginemos un campo, dónde poder sembrar y cultivar. En ese mismo momento entra en escena nuestro pensamiento, que nos muestra nítidamente; el trabajo y el sudor que habremos de soportar...
Aunque el pensamiento es creador, también puede hacernos perder el tiempo con sus dilemas y como el tiempo es oro, podemos llegar a la conclusión de que ese campo, con cansancio incluido , es un tesoro...

No es lo que ves

La sonrisa es lo que más llama la atención y con ella en una foto es como salimos mejor...
Pocos lloran en las fotos y si se sonríe es para los otros. En realidad no nos ven porque; no somos nosotros...

Los mismos gestos

A consta de repetir los mismos gestos cada día, nos hemos vuelto expertos en la rutina...
Como lo nuestro es tan sabido y conocido, cuando sucede un imprevisto, nos sentimos perdidos...
Desde luego; dónde tenemos más sabiduría es en la rutina de cada día...
Si cogemos un atajo (que nunca hemos cogido) para ir al trabajo, seguro que llegaremos al cabo de dos días...
Nuestra perfección está en la sabiduría de la repetición...

Volver a nacer

Hay una belleza inconclusa en cada amanecer y es, que es el instante dónde cada día vuelves a nacer. En esos momentos tus pasos son vacilantes y los ojos no ven...
Es en el amanecer cuando experimentas, que eres humano  y que el viento es un aliento cálido...
En esas primeras horas del día vislumbras lejanías, dónde pueden estar los sueños de tu vida...
Necesitas grandes dosis de optimismo para aceptar esas horas que te esperan, porque todo cuanto te rodea depende de la felicidad, que hay en ti...

Soñar con abrazos

Mientras los adultos nos cansamos de soñar y esperar a que los sueños se hagan realidad, los niños siempre sueñan y esperan...
Un niño, deja aparcado su coche de carreras ...
Una niña se olvida de su muñeca...
Porque: los sueños de los chiquillos son los abrazos y la ternura, es sentir el calor de una mano en la suya...

Saber quien eres

Eres sin saber quien eres, en ti hay fuego y hielo y tienes el ansia de lo eterno...
Eres viento y eres brisa, eres río y eres mar...
No te preguntes quien eres, pregúntate adonde vas....

Captar el mensaje

El silencio se estremece entre los verdes álamos y la sensibilidad de los árboles les hace capaces de captar el mensaje que el silencio da...
Nosotros, aún siendo humanos, somos hijos del silencio y aunque a veces captemos su mensaje, no  hacemos uso de la sensibilidad y aquí podemos ver, que los álamos y los humanos casi somos hermanos, moradores de un mismo paisaje...

Enamórate de...

Hay que enamorarse de la vida; de lo inalterable y lo cambiante, dónde todo se mueve y cambia de color e igual que todo permanece, se desvanece y sólo tú permaneces...
Eres el mudo espectador del milagro de la vida. De esa lluvia fina y tibia, que te acaricia, de ese mar cuyo azul siempre es cambiante...
Lo inalterable y lo cambiante forman parte de  tu vida. Una emoción, que merece ser vivida...

El libro abierto

¿ Cuántas veces nos hemos quedado dormidos con un libro abierto?
Cuando se estudia de noche o uno se sumerge en la lectura, siempre existe el peligro de la lucha; entre el sueño y el libro...
El libro es un experto de los cansancios humanos y conoce de antemano lo poco que aguantamos, sobre todo si como telón de fondo está el sonido de la lluvia...
El libro es más sabio que nosotros y mientras cerramos los ojos, el permanece abierto...

La gran felicidad

Cada uno es feliz a su manera y hay muchas maneras de ser feliz, pero todos deseamos y buscamos la felicidad...
La felicidad es muchas veces invisible y pocas veces se ve reflejada en los rostros humanos...
Definiría a la felicidad como algo muy personal, ajena al caos que nos rodea...
No se trata de vivir recluidos o volvernos ermitaños del desierto, porque vivir es compartir...
La pequeña felicidad puede ser una bolsa de patatas fritas compartidas...
La gran felicidad está hecha de pequeños momentos, de pequeños detalles y de mucho amor...

Eres mar

Eres un mar con muchas mareas y aún te quedan profundidades por explorar...
Aunque en la vida todo cambie, tu profundidad sigue inalterable...
Tienes en ti, la fuerza en la flaqueza y cuando más poco puedes , más puedes...