Siempre no fuimos así

No siempre fuimos así...
La nada nos abatió en un campo de batalla imaginario y desde entonces no hemos sabido dar sentido a ningún amanecer...
Siempre no fuimos así, lo nuestro era: la elocuencia, la alegría, la sonrisa, lo nuestro no era la prisa
¿ Qué o quién, borró nuestras sonrisas?
Hemos de hacernos preguntas sobre la propia vida, para sentirnos a bien con la vida...

Sueña sueños

Esos pequeños sueños, que juegan con la ternura del corazón, nos llevan de la mano a la rutina de cada día dónde muchos sueños son posibles...
La emoción de lo pequeño nos da muy poca ilusión, pero esos pequeños sueños son una sinfonía inacabada, dónde habremos de poner las notas que faltan...
Pequeñeces o grandezas tanto da, pero no nos quedemos sin terminar la sinfonía de cada día...
Tomemos el ejemplo: esos árboles que bailan al compás del viento, ellos conocen todas las notas de su concierto...
Contempla el movimiento del bosque entero, que se mueve constantemente al menor roce de viento...
Tus sueños forman parte de los sueños de los hombres del mundo entero  y nos unimos a la música del Universo...
Sueña sueños...

El ojo de la máquina

Todos los dispositivos se habían puesto en marcha,,,
Los grandes ojos de las máquinas, miraban inconscientes al mundo exterior, sin adentrarse en el mundo interior del ser humano...
Entre el suspenso de la duda y el temor, el gran ojo reflectante creado por el hombre, se sentía agobiado y cansado de su estatus divino y le aturdía comprobar que el mundo era un lugar con demasiadas formas de pensar...

La monotonía de la rutina

En la monotonía se condensa el espacio de nuestro cansancio.
Nos cansamos de la repetición, un lugar tan conocido y sabido, como para no darnos ninguna emoción...
Ni siquiera somos capaces de ver esa flor, que se abrió al amanecer. Lo nuestro sólo es llegar a lo mismo cada día y no podemos comprender la dádiva del amor de esa flor...
La técnica de la prisa, nos lleva siempre volando, no porque nos esperen, sino porque la rutina así lo quiere...
El encanto del paisaje, pocas veces nos sugiere plenitud, porque lo nuestro es vivir sin permitir pararnos a contemplar lo que la rutina nunca nos dará...
Los niños nos dan la ocasión de comprobar no sólo su crecimiento, sino sus nuevos conocimientos y ahí nos perdemos lo mejor si no estamos atentos; ver que fuera de la rutina, también está nuestra vida...

Heridas

Hoy vamos andar descalzos por el camino, sintiendo la dureza de las piedras, dónde otros hombres dejaron las huellas de sus pies heridos...
Hoy vamos a ser sinceros con nosotros mismos y nos haremos conscientes de que los sufrimientos están en todos los caminos y sólo porque: otros hombres lo hemos permitido...

Lo que se nos dio...

Cuando nacimos, se nos dio una antorcha y un camino...
Comenzar la andadura de esta tierra fría y dura, siempre ha sido una aventura...
Y aún estamos buscando el fuego de esa antorcha, que perdimos algún día...

Ser con lo que eres y quieres

A veces no sabes quien eres, ni lo que quieres y sólo estar te da la visión de lo que eres no te puede llenar y a lo que quieres, no puedes llegar...
Has de ser tú con lo que eres, para intentar llegar a la playa secreta de tu sensibilidad. Sólo entonces sabrás quien eres y lo que quieres...
No huyas del destino, busca un camino y guíate por los reflejos de todos los sentimientos...

Un cambio positivo

Por los ocasos perdidos, por los fracasos vividos. Hoy vamos a realizar un cambio de sentido positivo...
Hoy vamos a madrugar para ir al encuentro del mar y contemplar su inmensidad...
Hoy aprenderemos a reír y a sentir la sensación de la emoción...
Cada amanecer nos da una nueva visión e ilusión...
Los ocasos, perdidos también tienen su sentido y hay que buscar  su lado positivo. Tomate tiempo para analizar esos ocasos perdidos...

Un lazo que nos une

La ternura es a la vez una sensación y un sentimiento, muy superior a cualquier emoción...
Es la comprensión de los sufrimientos, es sentir amor por los más pequeños...
La ternura es el lazo que nos une al mundo entero...

Testimonios para la vida

Testimonios silenciosos del gran valor de la vida, salen a nuestro encuentro...
El sauce, nació llorando y en sus ramas hoy acoge el concierto de mil aves. Su llanto es el que le da el sentido de vivir y las aves dan testimonio de ello...
Cuando el bosque entero calla, nuestro pensamiento habla...
La elocuencia y el silencio tienen un gran valor en la vida para conectarnos con la belleza escondida de la naturaleza y los seres humanos...
Los silencios nos dan a conocer asignaturas no aprendidas, lecciones dónde aprender el gran valor de la vida...
El bosque, es el mejor maestro y nos enseña que la felicidad está escondida en su oscuridad...

La canción del momento

Se canta al amor, no por convicción sino por esa música repetitiva o sea: no por un noble sentimiento, sino por la canción del momento...
El amor no es la letra ni la música de una canción, el amor no necesita de tanta complicación...

El sueño del abandono

A lo lejos, las ruinas de un castillo, nos invitaban llegar a él...
Los viejos muros nos recibieron mostrándonos el paso de los años y esa decadencia, que siempre es fiel no sólo para los castillos abandonados, sino también para muchos humanos...
Entramos en las ruinas, sabiendo que el sueño del abandono era el único habitante del castillo...
Los ojos del hombre, están poco acostumbrados a la oscuridad, pero a veces somos los afortunados de encontrar tesoros, no sólo entre las ruinas sino en las oscuridades de la vida...
Los muros de ese castillo no eran diferentes de otros, pero descubrimos algo extraordinario: un violín silencioso, abandonado con las prisas de una huida...
Lo acariciamos con un cuidado amoroso y fue entonces cuando las ruinas y las oscuridades cobraron vida. El violín cantaba y su voz flotaba en las lejanías...
Todos podemos ser ese violín en algún momento de la vida, pero también somos los creadores de milagros. El milagro de la caricia, la sonrisa...

El mar de la vida

Los silencios, que te hirieron, las palabras, que no te dieron aliento. Todo puede ser la causa de que ahora estés perdido en el desierto...
El desierto no es lo que piensas. Tras las resecas arenas hay un mundo de verdor y sólo un paso es necesario para que puedas alcanzar las llanuras y llegar al mar de la vida...
En ese mar de la vida hay una playa escondida, dónde sólo tú puedes llegar y encontrar esa barca varada, que nunca se ha cansado de esperar tu llegada...

Un paseo nocturno

Cuando la ciudad duerme y sus grandes avenidas están vacías, en muchos hogares hay luces parpadeantes que nos sugieren la incógnita de otras vidas. Estudiantes con el sueño en las pupilas, niños que no entienden de horas y aún juegan con su coche de carreras...
Imaginamos a los humanos en situaciones diversas, pero no pensamos el porqué estamos en esa calle, cuando la luz de nuestro hogar nos espera...

La sombra ondulante

Bajo la sombra ondulante de los árboles hay que detenerse para contemplar su majestad...
Hay que levantar la mirada y comprobar, que tanto árboles como pájaros, viven mejor que nosotros...

Dudas y certezas

El desconcierto de los caminos, llevan a dudas y no nos atrevemos a pensar hasta dónde podemos llegar...
Cada meta alcanzada nos lleva a una duda, en cada superación nos preguntamos si estamos en la ruta deseada, pero el desconcierto siempre nos desborda y las alternativas de la vida nos hacen dudar, de si estamos a bien con nuestra vida...
Asumimos los peligros del viaje de la existencia y en ese viaje, muchas veces nos dormimos o perdemos el equipaje...
Superarse es: ser leal a ese amigo que vive en nuestro interior. Sin duda, el único capaz de darnos las certezas del camino...

La herencia

De un lugar profundo de la tierra, nos llegan los latidos de muchos corazones, esos que hicieron de sus vidas hogueras...
Escuchamos los latidos de los corazones de los hombres sin tierra, esos que nunca tuvieron una hoguera dónde poderse calentar...
Otros corazones han incendiado paisajes desolados y han  dado calor a muchos fríos humanos...
Y todos los que vivimos, sentimos en nuestro corazón; las llamas de la herencia del amor...

Un barco en la lejanía

No comprendo como pudimos haber estado suspendidos en el abismo...
Lo que escribo es un hecho real, dónde veréis que sólo el optimismo nos salva del abismo...
Los niños querían ver lo que yo no veía: un barco en la lejanía. Amontonados, piel con piel ya nadie veía el barco, pero sí el peligro del abismo de aquel lugar escarpado...
Decidimos no llorar, sino reír y cantar y aún nos quedó valor para coger una flor...

Un sueño, una realidad...

Volvemos con pasos cansados y ese manto de estrellas, nos recuerda a la niñez, cuando soñábamos llegar a ellas...
Hoy, esas mismas estrellas ya no son lo que eran...

Motivos para reír y cantar

A veces contenemos la respiración, por aquello de conservar la compostura y es que muchas normas se salen de lo normal y nosotros estamos hechos para el llanto y la risa...
Llegamos a la reunión con la alegría contenida y es precisamente en esta reunión dónde la risa no está permitida. Nos dicen que: la norma no es un juego y que se tiene que aceptar. Pero nosotros, hoy no estamos para verlo todo negro...
La norma es estar serio, sin esbozar una sonrisa y hemos de hacer el esfuerzo de contenernos...
Tenemos grandes motivos para reír y cantar e incluso bailar, pero el silencio es el modelo estándar,  y no nos permite decir que: nuestro hijo ya dice, papá y mamá...