Llegar lejos

No sé si has subido al monte de la alegría, tampoco sé si te has llevado la melodía del optimismo...
Intento imaginar, que estás hecho para volar y en este vuelo has tocado el cielo de los sueños...
Te imagino en esas latitudes, donde es fácil calmar todas las inquietudes...
No te canses de subir e ignora lo que es descender, porque para ser feliz siempre habrás de alzar el vuelo y llevar contigo esa música de todos los anhelos...
No te canses de ascender a ese cielo de los sueños y que las notas de la intuición te hagan llegar tan lejos, que todos tus complejos se diluyan en los reflejos de una puesta de sol...

Fuera de lo normal

Hoy mi felicidad está fuera de lo normal...
Os lo explico:
Mi nieto pequeño, que es un experto portero de fútbol se ha ido a un torneo, (desde aquí le deseo que pare todos los balones)...
Yo le seguiré por Internet...
La otra razón de mi felicidad es que, su hermano mayor venga a casa a dormir, (ahora mismo ha llegado, pero yo sigo con lo mio, que es lo vuestro)...
Como podéis ver, la rutina siempre tiene variaciones, fuera de lo que uno planea...
Por eso los planes están fuera de mi pensamiento y mi agenda no la lleno, porque no la tengo. Prefiero la incógnita, el sobresalto y la alegría de cualquier lluvia...

Dos vidas

La vida personal y la vocación suelen ir de la mano y no sabemos hacer separaciones, porque nos dejamos seducir por las dos vidas, que hay en nosotros...
La vida personal es tan nuestra como para vivirla con los cinco sentidos y plenamente, sin mezclas ni artificios que puedan malograrla...
Muchos trabajan entregados en cuerpo y alma, cuando más que trabajar  dejan su cuerpo y alma...
Trabajamos por impulsos, casi automáticamente, sobre todo cuando se sabe de memoria la tarea...
Muchos se escudan tanto en la vocación como el trabajo sin vocación, con el claro convencimiento de ser leales consigo mismos, ¿ y nosotros ?...
Nosotros, somos y estamos con nuestro propio mundo, complejo, pero totalmente nuestro...
La vocación y el trabajo son un algo añadido, que nos vino o por casualidad y por el don, que se nos otorgó...
Desde luego, que hemos de cultivar los dones y conservar a toda consta la ocupación en un trabajo. Sin duda,  habremos de hacer una  parcela aparte sino queremos echar a perder las sensaciones y sentimientos que acumulamos en nuestro personalísimo mundo interior...

Un instante

Ningún semáforo puede detenernos, ningún cruce nos altera porque; vamos con la idea fija de la prisa...
Sólo en el paso cebra nos detenemos un instante, porque vemos al amor. Pero, pasamos de largo pisando el acelerador...
Sin duda, aún nos falta experiencia para saber conducir...

Vivir apasionadamente

Es muy importante tener curiosidad por la vida y saber de todo un poco...
Interesarnos por las artes y las modas, lo que se lleva; aunque no lo llevemos, hay que aprender a bailar solos o acompañados...
Hay que dormir las ocho horas recomendadas y si no podemos, hay que evitar sufrir por ello...
Todo cuanto nos rodea nos habla de mil formas, solo hace falta vivir expectante...
En la existencia, nos rozamos con distintas dimensiones y sería necesario saber la utilidad y el valor de cada cosa no precisamente por su dimensión. Eso que apenas se ve, como puede ser un tornillo, pero que sin él no funcionaria la complejidad de una máquina...
La curiosidad, en el buen sentido de la palabra, nos hace vivir apasionadamente la vida...

Niños y hombres

Los niños se hicieron hombres, creando un mundo ajeno y distinto al de sus padres...
A veces es la vocación, otras la imitación (dónde va uno van todos)...
Ha nacido un mundo nuevo, que no tiene nada que ver con las ideas y pensamientos de siempre...
La juventud lidera su propia bandera...
La juventud, marca modas y tendencias, los adultos los seguimos...

En una nube

No sé si os habéis dado cuenta de las nubes que pasan. Las hay de todas formas y tonos...
Parece cosa de niños eso de ver pasar las nubes, cuando en realidad los adultos estamos a menudo en ellas...
Nuestras nubes personales son más estables que las del cielo, aunque a veces somos arrastrados por cualquier viento...
Los sentimientos nos llegan con las ultimas luces del atardecer y muchas veces dejamos pasar las nubes de rojo pasión del amor...
Estar en una nube no es extraño, es simplemente muy humano...
Flotar en  los cielos de la vida, sin dejar que ningún viento nos lleve a la deriva, saborear a fondo las luces del ocaso y convertirnos con el pensamiento en esa gaviota solitaria volando sobre ese océano repleto de profundos y sugestivos misterios...
Muchas nubes se evaporan, otras dejan caer la mansa lluvia de los sentimientos...
La nuestra es; una nube con una misión establecida, donde todos los argumentos tienen un fundamento en el cielo de la vida...