Sentado en estática postura y la mente en blanco, comenzaba la rutinaria gimnasia...
Cada hueso en su lugar, recibía su dosis de movimiento , que era para el hombre más tormento que placer...
Pero había que engrasar el esqueleto y costaba lo suyo ponerlo a cien...
La mente, era difícil de dominar, pues los sueños llegaban al azar instalándose en el profundo rincón de ese hombre que, iniciaba el viaje hacia la esfera de una laxitud largo tiempo soñada, para hallar en ella la gran plenitud...
Tras la ventana, una estrella parpadeaba indecisa y al hombre, de la postura estática, le asomaba una sonrisa...
La sobriedad no cuadraba con la rigidez que, de tan buscada no podía hacer esa gimnasia que tanto necesitaba...
En la existencia humana no hay una postura necesariamente única...
Cada uno se adapta a lo que le viene...
Hay posturas naturales, poses teatrales, posturas de imitación...
Cada postura se adapta a nosotros como un guante...
Cada hueso en su lugar, recibía su dosis de movimiento , que era para el hombre más tormento que placer...
Pero había que engrasar el esqueleto y costaba lo suyo ponerlo a cien...
La mente, era difícil de dominar, pues los sueños llegaban al azar instalándose en el profundo rincón de ese hombre que, iniciaba el viaje hacia la esfera de una laxitud largo tiempo soñada, para hallar en ella la gran plenitud...
Tras la ventana, una estrella parpadeaba indecisa y al hombre, de la postura estática, le asomaba una sonrisa...
La sobriedad no cuadraba con la rigidez que, de tan buscada no podía hacer esa gimnasia que tanto necesitaba...
En la existencia humana no hay una postura necesariamente única...
Cada uno se adapta a lo que le viene...
Hay posturas naturales, poses teatrales, posturas de imitación...
Cada postura se adapta a nosotros como un guante...