Persiguiendo horizontes azules aprendimos a volar, fuimos tras una quimera con pisadas de cristal y recorrimos la tierra bajo la luz siempre nueva del horizonte fugaz y el horizonte huía, no estaba ni en el azul ni en la estrella. El horizonte solo era: una quimera imposible de alcanzar.
Hay que detenerse para contemplarse, para tener conciencia de uno mismo. Correr da la impresión de vivir, pero correr; no es vivir en plenitud.
Nada es concreto, todo es incierto y como todo está por hacer en nuestro ser, se ha de buscar el paisaje concreto, para poder cada día ver amanecer. Cuando amanece ya nada es incierto, es cuando la rutina forma ya parte de nuestra vida y hay que avanzar para llegar a ser.
En la inmensa llanura tus pasos se pierden, la soledad es un silencio elocuente lleno de palabras y promesas. El río caudaloso de tu vida, ese río que corre sin cesar, que se precipita sin volver los ojos, en el que tú eres una gota perdida, buscando tal vez oír la música del Universo, la música que se derrama del mundo a cada momento, dónde tú eres una nota imperceptible. Buscas la luz de los astros, cuando sólo eres un destello desconocido. Buscas la luz de todos los tiempos, cando eres un momento fugaz y te haces capaz de mirar el torrente infinito en él, tu dolor es un gemido ignorado.
En la inmensa llanura, no sientas nostalgia ni triste amargura, las horas son gratas en este silencio. Muchos no te comprenderán, quizás sea mejor así, el camino te pertenece y hay que andarlo. Nada más bello, que tener libre el corazón. Cuando la noche caiga sobre el camino, busca un rincón dónde poder soñar sin miedo, porque los sueños pueden se una feliz realidad.
Cansancio infinito en una estación vacía, donde el retraso del tren nos trae la melancolía. Cansancio de noches sin sueño, esperando el nuevo día...
Dónde nace el silencio, callan los sonidos y crece en nosotros un mundo distinto y el ser humano, que es el arquitecto de grandes proyectos, se ve pobre e indefenso ante las profundas lejanías de los valles de la vida.
El hombre quiere llegar a su profundidad, sin poder nunca rozar el sentido de su propia realidad y siente necesidad de encontrar una luz . Quizás sea por eso, que decide viajar en un cohete espacial, cuando lo que más necesita es: una luz especial. No para ver al Universo, sino su propia profundidad con todos los sentimientos de amor y paz.
Dejaremos que el amanecer nos lleve por el camino de la fantasía y mientras tengamos luz, seremos el niño, que fuimos un día.
Más que hablar, silencia la palabra y escúchate a ti mismo, porque dentro de ti hay muchas palabras.
Te puedes encontrar con el vacío.
Te puedes encontrar en una isla desierta, que es la soledad.
Sin embargo, llevas contigo las alas del pensamiento y puedes volar.
Coge solo una gota de agua de tu exclusivo mar y en ella verás, que no te hace falta soñar porque: la importancia de vivir está en llenar el vacío y darle sentido...
La felicidad casi nunca está dónde estamos. Para encontrarla y conservarla se ha de andar y es precisamente en el camino, que está junto al río, entre la luz y las sombras, el lugar dónde ver que la felicidad solo es: ver el agua correr.
Desde luego no es una felicidad aceptada por todos y es extraña y desconocida por muchos. Pero tú, que sólo eres uno, eres distinto para sentir y vivir otra forma muy saludable de ser feliz.
Solo por el intento se puede llegar lejos y eso no lo sabremos, si nos quedamos quietos. Podemos pensar , que el mundo es demasiado grande y nuestro granito de arena, el viento se lo lleva. Estoy de acuerdo pero nuestro granito puede caer en medio de una guerra y la Paz se haga realidad.
Buscar entre las sombras un camino, buscar en el camino una ilusión que necesita el corazón. La luz está en el camino y el camino es nuestra vocación, un lugar para avanzar, sin desfallecer jamás.
Los otros son distintos a lo que somos nosotros, aunque caminemos juntos bajo el verde de los chopos...
No siempre será la gloria lo que podamos alcanzar, no siempre será el tener lo que llene nuestro ser. No siempre sabremos lo que más necesitamos sin embargo, mientras andamos a veces hace sol y otras llueve. No será la gloria ni el éxito, será; cuando despojados de lo que somos, seamos otros.
El amor tiene que ser alimentado al paso de los años. Aquí no se puede vivir de rentas. Hay que saber leer en la mirada para alimentar la llama.
En la colina, la niebla llega hasta el infinito y tú eres testigo de ese otro infinito, que llevas contigo. Sin embargo la colina está inmóvil y sigue en su sitio, solo tú te sientes perdido.
En la vida sucede lo mismo, la niebla de las dudas borra el camino, pero si miras bien podrás ver, que todo sigue en su lugar, quizás seas solo tú el que tema perderse, cuando tienes bajo los pies un camino para andar.
Después de haber intercambiado dos palabras, ya sabemos de que va nuestro interlocutor, pero sea lo que sea aun nos queda por saber lo mejor, porque lo mejor siempre queda en puntos suspensivos, un motivo para alargar la conversación...
La realidad nos da conexión con la confusión. El ser humano es capaz de crear argumentos y a la vez crear: dudas y miedos y aquí estamos nosotros, que aún siendo un portento, vamos palideciendo.
