A veces llueve, sin darnos cuenta de esa otra lluvia de sonrisas de los niños y sólo pensamos como salir al exterior sin mojarnos...
Esos pequeños pero grandes milagros pasan casi cada día y lo nuestro sería, quedarnos fascinados de esas sonrisas...
Es la sensibilidad la que nos hace mojarnos con la mansa lluvia de la felicidad...
La lluvia del exterior puede esperar...
Esos pequeños pero grandes milagros pasan casi cada día y lo nuestro sería, quedarnos fascinados de esas sonrisas...
Es la sensibilidad la que nos hace mojarnos con la mansa lluvia de la felicidad...
La lluvia del exterior puede esperar...