Muchas veces el cansancio no es real, es un estado personal muy fuera de lugar, que casi siempre nos llega por la repetición que nos crean las ideas y los pensamientos...
No sé si os habéis fijado el cansancio que supone no movernos y permanecer en el mismo espacio, sentirse incomodo en un lugar y en contraposición estar incómodos con nosotros mismos...
El pensamiento pocas veces roza el optimismo y la libertad de pensar no nos da ninguna novedad porque: siempre acabamos en el mismo lugar...
En esta rueda tan compleja como es la repetición de ideas, nuestro espacio personal se queda atrapado, cuando lo nuestro es: la emoción de poder cambiar...
Hay que empezar desde dentro, cambiar la visión interior, aprovechar el momento, que nos regala el exterior...
La monotonía es la causa de muchas rebeldías y muchos cansancios...
También las melodías, que invaden nuestro espacio son un impacto, cuya repetición nos causa rebeldía...
No sabemos cual ha de ser nuestra situación personal, pero lo que si sabemos es: somos cambiantes en extremo y nuestro extremo es: el mundo entero y el Universo...