Eso de sentirnos mirados por mil ojos y ser contemplados desde todos los ángulos es, desconcertante, porque nunca se sabe cómo y de que forma nos miran y nos analizan...
Como todos somos un raro espécimen para los estudiosos, aportamos con nuestra versión única, sorprendentes descubrimientos, no ya solo para los estudiosos, sino para el mundo que nos rodea...
Tenemos la gran suerte de que, a nuestro corazón nadie puede llegar...
Es difícil saber la pose que se ha de adoptar para que: los mil ojos nos vean en actitud correcta...
La cuestión es: saber adónde vamos, y hasta dónde podemos llegar y aunque nos miren, no dejar de ser lo que somos: un inmenso mar de sensaciones, una jungla llena de colores, un desierto de grandes dimensiones, donde nadie podrá vislumbrar las emociones de nuestro exclusivo lugar...
Como todos somos un raro espécimen para los estudiosos, aportamos con nuestra versión única, sorprendentes descubrimientos, no ya solo para los estudiosos, sino para el mundo que nos rodea...
Tenemos la gran suerte de que, a nuestro corazón nadie puede llegar...
Es difícil saber la pose que se ha de adoptar para que: los mil ojos nos vean en actitud correcta...
La cuestión es: saber adónde vamos, y hasta dónde podemos llegar y aunque nos miren, no dejar de ser lo que somos: un inmenso mar de sensaciones, una jungla llena de colores, un desierto de grandes dimensiones, donde nadie podrá vislumbrar las emociones de nuestro exclusivo lugar...