A veces somos una estancia vacía donde hay, que mirar los rincones olvidados esos que nunca miramos, donde está la nostalgia de nuestra infancia. Por eso la vida fluye entre la luz de unos días y otros que son oscuros. Sin embargo, somos creadores de alegría y simpatía y hemos de aceptar, que la rebeldía nos visita cada día y a veces nos quedamos en nuestra estancia vacía, es una forma de huir de la vida.
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