La lejanía forma parte de nuestra vida y la cercanía es a menudo otra lejanía, que forma parte de nuestra vida. Nuestro particular horizonte es tan pequeño porque en el solo están los pensamientos y sueños, una forma de sentirnos dueños de nuestro propio mar donde podemos echar las redes y pescar con comodidad, donde las lejanías y cercanías cada día se alejan más. Los sueños y los deseos son tan nuestros y ocupan tanto espacio, que no hay forma de entender como en la lejanía puedan haber cercanías, que puedan tener relación con nuestras vidas.
El horizonte está lejano, pero los corazones pueden cruzar Océanos...
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