El agua mansa de las palabras es la que se lleva las tormentas de la vida y cura las heridas. Esas gotas invisibles van rompiendo diques para que al fin podamos verlo todo de forma distinta. Palabras a media voz, donde el corazón siente lo que nunca sintió y comprendemos que de nuestra nada podemos esperarlo todo; del amor y la amistad.
Todos alguna vez hemos llorado de incomprensión o soledad y nuestra necesidad primera es, el agua que nos llega de los demás. Lo que más nos sostiene son las palabras que nos penetran y que sin darnos cuenta a lo largo de la vida recibimos.
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