En este lugar tan profundo, que es nuestra vida las circunstancias se agrandan y nos causan heridas. Sin embargo, en el fondo, también hay luces que brillan y la alegría y el gozo son lo que lo cambian todo, y en esa oscuridad del cansancio y la rutina siempre podemos usar la luz de la alegría.
Todos somos un pozo de nostalgias infinitas, dónde mil horizontes no llenan la vida. Lo infinito vive en ti. No podrás jamás alcanzar el sol del amanecer, pero tú eres otro sol y tienes mucho que hacer: dar calor y dar amor.
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