Si hiciéramos memoria de lo que nos queda por soñar, lo que nos queda por buscar y lo que nos falta para amar, uno se sentiría sorprendido, al comprobar la gran extensión que ocupa el olvido. A veces es mejor volver a desandar todos nuestros caminos y volver a empezar por el principio. Las cosas seguirán siempre siendo cosas, que pueden esperar, aunque muchas pueden caducar.
Sólo el hombre merece estar en la mente. Al ser humano, no lo puedes olvidar.
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