El cansancio es nuestro espacio habitual. Cansados estamos todos y cómo es lo normal ya no buscamos tiempo ni lugar para descansar. Nos olvidamos de lo que somos y lo que experimentamos a nivel personal y lo que más aprendemos al estar cansados es: a contar los minutos, esos puntos diminutos y de tanto contarlos ya estamos extenuados. Se necesita con urgencia un paisaje cercano, dónde el silencio y la paz nos den descanso. Necesitamos tiempo, para soñar despiertos.
Cada árbol que miramos, cada horizonte contemplado, nos dan pensamientos positivos y motivos de descanso. El tiempo no tiene tiempo, nosotros sí lo tenemos, aunque no lo vemos.
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