Cuando pensamos que la mirada todo lo ve nos engañamos, porque lo mejor es invisible a nuestros ojos. Hacer un alto en el camino puede hacernos ver lo que no abarca la mirada e incluso podremos ver, que la nada contiene lo que el todo no tiene. Para penetrar en la nada y llegar a su comprensión necesitamos otra mirada; la del alma que nos hará ver la dimensión exacta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario