Venimos de lejos, dónde la niebla de los siglos no nos deja ver nuestra familia lejana, que es la que hizo posible nuestro lanzamiento a la vida. Hoy , aunque hayamos crecido no podemos abarcar el horizonte y hemos de conformarnos sólo con lo cercano lo que forma parte de nuestra vida y la contradicción es: que si venimos de lejos la superación nos lleva más lejos, tanto como hacernos sentir tensión .
Nos olvidamos que estamos de camino y lo más importante es el instante e intentar ser positivos. Si venimos de lejos es, que podemos llegar más lejos todavía y buscar horizontes de posibilidades para alcanzar la felicidad . Una felicidad que podamos agrandar, porque el viaje que hemos hecho merece el esfuerzo de nuestro ser completo .
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