Vamos a dejar las cosas como están, aunque cambiemos nuestra actitud frente la vida, para que en vez de contar años, vivamos en plenitud el optimismo de la juventud. Si queremos borrar esa arruga que nos inquieta, la mejor terapia es: reír y sonreír. Será necesario cambiar la forma de pensar e incluso de mirar, para encontrar ideas positivas para ver el lado optimista de la vida. Sino queremos envejecer no hemos de contar los años, sino retroceder para volver a nacer...
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