Tiene más importancia proponer, que imponer. Un ejemplo: Vamos a una fiesta más para bailar. que para hablar. Hablar ya impone que nos tengan que escuchar, cuando no tenemos un tema ni ganas de hablar. Mejor proponer para, que hable quien quiera pero el que lo prefiera, baile.
Que te impongan no gusta a nadie. Proponer ya es otra cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario