La idea que tenemos de la huida puede cambiar en un instante, cuando escuchamos las palabras mágicas de: la subida de sueldo. Ahí no solo nos quedamos donde estamos sino, que suprimimos el impulso de huir. Aquí podemos ver la fuerza que las palabras pueden tener y hacer cambiar nuestro modo de pensar y actuar. Resumiendo: se ha de reprimir el impulso primero, aunque nos suban o no el sueldo...
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