Con los amigos y la familia compartimos muchas cosas ¿ Y con nosotros mismos, que relación tenemos? Porque puede ser, que nos ignoremos o nos evitemos y si no nos conocemos, las relaciones con los demás pueden fracasar. A veces compartimos ideas ajenas solo para sentirnos integrados en la sociedad y seguir la corriente de los demás. Si nos conociéramos podríamos aportar algo personal, distinto a otras formas de pensar. Es natural sentir temor poner al descubierto lo que consideramos solo nuestro, pero es al compartirlo cuando, no solo nos quitamos un peso sino, que podemos ganar adeptos.
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