Cuando se acaba la luna de miel es cuando se comprueba, que las verdades se quedan a medias. Que al hombre se le conquista con la comida es una verdad, pero la media verdad es, que el primer día que la mujer se mete en la cocina, no sabe hacer el arroz y esa media mentira de lo mucho que sabia puede arruinar el amor. Ya veis, una cosa tan sencilla como puede ser el arroz, puede complicar la vida entre dos porque: el amor y la comida conviven en armonía. Lo peor no es solo el arroz, sino el menú de cada día y las medias verdades van saliendo a través de los días, donde es posible, que nos quedemos sin comer...
La comida es lo prosaico de la vida y es como la gasolina, que si no la hay , el coche no arranca y por ironías de la vida, el amor no funciona si no hay comida...
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