Imagina una oscuridad pura y dura, una noche de negro total y sin sonidos. En tu mundo interior comienzan asomarse sensaciones desconocidas y urgencias, que nunca tuviste...
Y te das cuenta de que: necesitas unas manos en tus manos. ¿Desde cuando el ser humano individualista, necesita unas manos en sus manos?
En nuestras vidas no solo necesitamos unas manos, necesitamos también la luz del corazón...
La oscuridad total es real y personal en todos los hemisferios del planeta...
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