Somos caminantes, buscando horizontes que no alcanzaremos. Demasiada ansia, demasiada prisa borran la sonrisa, que necesitamos para llegar, no al horizonte lejano, sino al hogar, un lugar muy cercano .Y sin necesidad de viajar el niño que nos espera nos llevará a horizontes sin explorar. El horizonte tan deseado puede estar a nuestro lado, solo necesitamos saber encontrarlo...
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