El mar da olas, la alameda álamos. El mar es feliz con sus olas. La alameda es dichosa con sus álamos. El rechazo de uno mismo es el mejor camino para llegar a no ser nada. Solo con la aceptación de lo que somos, podremos superarnos...
Incluso en la propia familia, la felicidad nos viene de la aceptación de unos y otros y siempre podemos amar y ser amados. Lo importante, no es la felicidad que se consigue sino la que se busca. No la meta , sino el esfuerzo por llegar a ella y el alma humana llega a lo imposible...
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