Optimismo y realismo son dos mundos opuestos...
El optimismo quita hierro. El realismo lo ve todo negro...
Es importante mirar y volver a mirar, para ver donde está el fallo de nuestra personalidad...
Al realismo hemos de cogerlo como podamos, cambiarle los colores y ofrecerle nuestra mejor sonrisa...
El realismo nos da muchas lecciones de sesiones de risas y sonrisas y no es tan malo como dicen los humanos...
Somos nosotros, los que ponemos a nuestro gusto los colores de la vida...
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