No todo se puede decir, ni todo se ha de escuchar. Son nuestros silencios los que nos dan el saber estar, sin arriesgarnos a equivocarnos...
Lo mejor: hablar poco y escuchar lo justo, para no alterar nuestra sensibilidad...
Lo mejor: hablar poco y escuchar lo justo, para no alterar nuestra sensibilidad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario