Es en la cama dónde más suena la alarma: en la cama evocamos, recordamos y los dolores se agrandan. En la cama amamos e incluso saltamos o hacemos gimnasia. En la cama damos vueltas, pero lo que menos hacemos es, ser niños y dormirnos a pesar de los sonidos. La cama debería ser un nido no muy blando porque; en la comodidad podemos pensar demasiado y nos urge dormir para estar descansados. Si no descansamos ya nos podemos olvidar de trabajar y amar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario