Cuando nacimos se nos dio un campo donde sembrar. Con el tiempo levantamos una valla, para no ver al vecino y comenzamos a sembrar pensamientos y nos olvidamos de ese vecino desconocido, que sin tener ideas su campo prospero. Junto a su casa sembró ilusiones y junto al camino sembró emociones...
Y nos dimos cuenta, que los pensamientos y los sentimientos solo prosperan si hay ilusiones y emociones...
Y nos dimos cuenta, que los pensamientos y los sentimientos solo prosperan si hay ilusiones y emociones...
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