Con las sombras del ocaso nace nuestro lado imperfecto: el cansancio, que lo asociamos al excesivo trabajo, aunque los que no hacen nada también sienten el cansancio...
El trabajo ennoblece y aunque nos quite espacio, nos da la satisfacción de poderlo hacer por vocación e ilusión...
El trabajo ennoblece y aunque nos quite espacio, nos da la satisfacción de poderlo hacer por vocación e ilusión...
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