Hay conversaciones extrañas, dónde nadie escucha a nadie y no se puede comprender como seguimos ahí...
A veces tendremos la suerte de que alguien nos salve y podamos huir. Pero claro, no siempre es así...
Nuestros hijos suelen ser nuestros salvadores incondicionales, en esas conversaciones, que parece no tienen fin..
Pero esas criaturas cuando se lanzan a decir: papá, mamá ... Nosotros respondemos con un:
- Niño cállate, no ves que estamos hablando...
Una gran equivocación cuando ven claramente que estamos callados...
A veces tendremos la suerte de que alguien nos salve y podamos huir. Pero claro, no siempre es así...
Nuestros hijos suelen ser nuestros salvadores incondicionales, en esas conversaciones, que parece no tienen fin..
Pero esas criaturas cuando se lanzan a decir: papá, mamá ... Nosotros respondemos con un:
- Niño cállate, no ves que estamos hablando...
Una gran equivocación cuando ven claramente que estamos callados...
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