El infinito nos espera en un lugar inconcreto. El infinito es un puerto, donde no hay fondeadero, es una lejanía donde nadie ha llegado todavía...
Soñamos al infinito y su estática hermosura, pero ignoramos si nuestro vacío podrá acoplarse al gran vacío del infinito...
Suspendidos en la nada, nuestra nada se diluye y ahí con el alma desnuda, los colores del infinito nos visten de su hermosura...
No hacen falta palabras, ni siquiera la visión nos hace falta. No hay necesidad de viajar a ese infinito inconcreto, porque tenemos muchos infinitos cercanos: los corazones humanos...
Soñamos al infinito y su estática hermosura, pero ignoramos si nuestro vacío podrá acoplarse al gran vacío del infinito...
Suspendidos en la nada, nuestra nada se diluye y ahí con el alma desnuda, los colores del infinito nos visten de su hermosura...
No hacen falta palabras, ni siquiera la visión nos hace falta. No hay necesidad de viajar a ese infinito inconcreto, porque tenemos muchos infinitos cercanos: los corazones humanos...
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