La tierra nos atrae pero, nos sentimos cansados de caminos y veredas, cansados del inmenso vacío de cada recodo...
El mar nos seduce más, también el mar con sus cambiantes azules, nos causa hastío...
Hallar no hallaremos ese lugar de cadenciosa armonía, en dónde soñar y vivir no sean monotonía...
Por alcanzar horizontes, mal gastaremos la vida...
Mejor florecer, ahí dónde estamos y seguir soñando...
El mar nos seduce más, también el mar con sus cambiantes azules, nos causa hastío...
Hallar no hallaremos ese lugar de cadenciosa armonía, en dónde soñar y vivir no sean monotonía...
Por alcanzar horizontes, mal gastaremos la vida...
Mejor florecer, ahí dónde estamos y seguir soñando...
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