Tropecé con sus ojos por pura casualidad y enseguida caí en la cuenta de que eran dos lagunas sin fondo y al mismo tiempo eran un libro abierto donde leer una caligrafía repleta de misterios...
Aquellos ojos más que mirar, pedían una palabra.
Sin embargo, preferí seguir en la muda contemplación de su misterio, porque "el silencio es mejor que mil palabras"...
Me entretuve imaginando todas las incógnitas posibles...
Después, la magia de aquel instante quedó truncada...El sonido de su voz fue suficiente y sus palabras me defraudaron, porque: " por la boca muere el pez".
Y sigo insistiendo: "el silencio vale más que mil palabras".
Aquellos ojos más que mirar, pedían una palabra.
Sin embargo, preferí seguir en la muda contemplación de su misterio, porque "el silencio es mejor que mil palabras"...
Me entretuve imaginando todas las incógnitas posibles...
Después, la magia de aquel instante quedó truncada...El sonido de su voz fue suficiente y sus palabras me defraudaron, porque: " por la boca muere el pez".
Y sigo insistiendo: "el silencio vale más que mil palabras".
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