Gestos invisibles

Llegó un día, que la palabra dejó de ser palabra y los gestos humanos se hicieron invisibles...
Cómo no habían abrazos, los brazos se quedaron inservibles...
Comenzamos a buscar a un amor a quien amar, pero como las palabras no existían, sólo nos quedó la soledad...
Las distancias se agrandaron y aún seguimos empeñados en no usar la palabra...

El niño y el mar

Aquella noche que el sueño no llegaba, el niño imaginó una barca varada en la playa...
El sería el capitán que la llevaría en volandas hasta el azul de esa inmensidad, dónde su padre a veces buceaba. La llevaría junto a esas olas que siempre cantan...
Por fin podría dormir y soñar que la inmensidad del mar era su cama...

Lo esencial

Es sorprendente comprobar como nos complicamos la vida, sin que nunca comprendamos el valor de lo esencial...
Lo esencial es la sonrisa y aunque lloremos por dentro, ese gesto tan sencillo puede cambiar la monotonía de nuestro propio desierto...
Lo fácil siempre es difícil y aunque lo más difícil sean los retos, hay que buscar lo esencial en ellos...

La frontera de lo invisible

La frontera de lo invisible sólo es posible cruzarla con la mirada del alma...
El alma es capaz de comprender lo tangible e intangible...
Una sola palabra puede decirnos si está dicha por educación o si es del corazón...
El corazón no necesita  cortesía ni educación, sólo necesita verdaderos sentimientos. No pasivos sino activos...

El realismo de cada día

Al abrir los ojos por la mañana, entramos en el realismo de esa prosa cotidiana, de encontrarnos cada día con lo mismo...

Caer

Cuando caemos (en la vida hay muchas caídas) no comprendemos como nadie nos da la mano, ni como los hombres pasan de largo...
Sin saberlo, nos convertimos en mendigos del amor...
Muchas voces son un grito, pidiendo ternura para esa herida incomprendida...

El placer de contemplar

La arboleda te sugiere quedarte en ella, para iniciar una conversación inesperada ; su silencio y tu silencio...
Hoy no quieras tener prisa, sólo dedícate al placer de contemplar a los árboles bajo la luz del amanecer...
Hoy permítete no ser, sino estar...