Por no poder ni saber

Por los caminos perdidos, esos que no pudimos andar, por los sueños perseguidos, que no pudimos alcanzar, por el llanto contenido, que no supimos llorar....
Hay que intentar llenar esos vacíos...
Porque en la vida, nada debería quedarse a la mitad...

Crea tu propio ambiente

Nada mejor, que sentir en el ambiente la inefable caricia de la felicidad...
El ambiente que nos rodea, sobre todo el que creamos nosotros, nos puede y les puede llevar a la grandeza de la felicidad...
La felicidad aún existe sobre la tierra y las cosas que simplificamos contienen sorprendentes componentes, capaces de hacer cambiar nuestras vidas...
El ambiente lo crea uno mismo y ya se sabe "la alegría se expande" dando como resultado: el optimismo...
Un soplo de aire puro y limpio, que es más efectivo que todos los mecanismos purificadores de aire...
La risa es tan efectiva en nuestra vida tanto, que no haría falta tomar vitaminas...
El ambiente que nos rodea necesita urgentemente las sonrisas de la gente...
Hay que cantar a la vida y saber contar un chiste porque: nadie tiene que estar triste...
Crea tu propio ambiente de felicidad y compártelo...

Cuando...

Cuando veas el pan en la mesa, cuando oigas el canto del mar, cuando veas la gente feliz...
Piensa en la paz...

Únicos testigos

Las antiguas ruinas, permanecían estáticas en lo alto de la colina, ancladas en un susurro de silencios...
Nuestras palabras, se convirtieron en un eco sin fundamento...
Dónde el silencio es posible, no se debería hablar, sino  contemplar en silencio la profundidad de la paz y hacernos capaces de escuchar el mensaje que nos da: " El paso de los siglos y nosotros, como únicos testigos de los silencios rotos".

Mares secretos

Encrucijadas que nos salen al encuentro, temperaturas extremas en todos los sistemas y comportamientos humanos...
Solos ante ese camino de las mil dudas, ningún horizonte puede darnos la certeza, porque en ese horizonte están los mil mares secretos de muchos pensamientos y por mucho que andemos sólo seremos capaces de alcanzar algunos sueños...

Todos nuestros cansancios

Bajo aquellas ruinas, las altas bóvedas nos parecieron un cielo de verdad...
Todos nuestros cansancios se quedaron suspendidos en la densa oscuridad...
El frío, que llevaba nuestro cuerpo se fue desprendiendo y esa capa etérea, que nos había servido en todos los caminos, se convirtió en un tibio abrigo. Al quedarnos dormidos, supimos que el amor existe...

Con el sueño en las pupilas

La prisa es la secuencia más vivida de la existencia humana es la, que borra la sonrisa y anula la primera caricia del día...
Con las primeras luces del amanecer, resulta curioso ver el espectáculo de la flexibilidad corporal de muchos humanos, hombres y mujeres por igual...
En las primeras horas del día, con el sueño en las pupilas nadie es capaz de ver maravillas y los colores del amanecer pasan de puntillas, como si fuesen la cosa más sencilla...
En realidad, los humanos no están a esas horas para mirar o contemplar. A esas horas el pensamiento se  queda con la idea de; la puntualidad...
El atardecer, nos ofrece una secuencia distinta: los que antes corrían ahora vuelven arrastrando los pies y la maravilla del atardecer nadie la ve...
La flexibilidad es tan solo un recuerdo, lo único, que se desea es llegar al hogar y en muchos casos no para descansar, sino para cansarse más...