La persona es capaz de superar todos los obstáculos, cuando toma conciencia de que de ella dependen sus hijos. Es entonces cuando toma la decisión de andar kilómetros, sin importarle las tormentas y los peligros del camino, para ir en busca de alimentos o medicinas.
En la vida nadie nos puede suplir en muchas circunstancias y aún en el límite de nuestras fuerzas el pensamiento de que alguien depende de nosotros, usamos una valentía muy fuera de nuestros límites. Después de haber andado por caminos llenos de peligros, calles solitarias y con una tormenta ya sobre nosotros y ya de vuelta al hogar, se tiene la gran compensación de esa sonrisa de quien nos espera y que depende de nuestro amor.
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