Me propusieron buscar un lugar con encanto...
Durante dos días me canse de buscar y al tercer día encontré precisamente lo que no había buscado: una montaña...
Entre los árboles, estaba ese cielo con el que había soñado, con su azul intenso...
Cuando di a conocer mi hallazgo, me dijeron:
- A quién se le ocurre ir a un lugar tan alejado, si nos perdemos tú te lo habrás buscado -
Ante ese comentario, me quede muy tranquila, porque el azul del cielo ya se me había quedado en las pupilas...
Iniciamos la excursión cargando con las mochilas y ese otro cargamento de risas y de emoción...
Estar cerca del cielo es toda una experiencia, que te hacer ver algún pequeño inconveniente como, que la brisa se lleve de un vuelo las patatas fritas...
Sigo diciendo, que mi lugar favorito es estar cerca del cielo...