La sorpresa como argumento

Si todavía conservas la capacidad de sorprenderte es que; sigues siendo un niño y conservas en tí la suprema felicidad de la infancia...
No hay nada mejor que, sorprenderse cada día de uno mismo...
La sorpresa no es el regalo que recibimos, es la persona que nos lo da...
Una sonrisa es, por ejemplo un regalo que escasea, sin duda es una sorpresa...
Sorprendete: del sol, de la luna y las estrellas...
Sorprendete de que; sin saber cantar, cantes...
Sorprendete y vivirás mejor...

Tener la fuerza de la ola

La espiral de las emociones y el torbellino de la mente, forman un tándem perfecto, capaz de dejarnos inservibles en los minutos siguientes...
Con esta sobredosis en nosotros, avanzamos entre la multitud...
Necesitas: la blandura de la nieve, la fuerza de la ola y unas alas, para volar y huir de esa espiral peligrosa que son; las emociones...

Ser fuego o ser hielo

Estamos entre dos aguas y resulta apasionante saber que, en nosotros siempre hay dos caminos, dos encrucijadas...
O somos fuego, en las pasiones humanas o somos hielo ante las carencias del hombre...
Nos vestimos y nos desvestimos con una rapidez vertiginosa y escribimos nuestra vida en poesía o en prosa, afirmamos o negamos, volamos o vegetamos, odiamos o amamos...
Siempre tenemos; dos alternativas...
Lo positivo y lo negativo, son dos caminos que, siempre influyen en nuestro destino...
En mi vida, muchas veces se han borrado los caminos, pero hice un pacto personal conmigo misma. De sufrir, he sufrido, pero mi opción mejor ha sido: ser feliz...
Mi felicidad es: un camino, una forma de pensar en positivo, los sufrimientos, están ahí, pero la alegría tiene más contenido...
Entre dos aguas, es posible sentirse perdido...
Lo mejor es: aprender a bucear y buscar el tesoro sumergido que, hay en nuestro ser...
Todo es cuestión de querer...

Un brindis por la sencillez de la alegría

 No hay nada más emocionante que, el estallido de la alegría en la sencillez de la sonrisa y el lugar acogedor de nuestro mundo interior...
Hoy la mesa parece un campo florido, donde destaca una flor que es el simbolismo del amor...
Los niños, embelesados derraman un ardor inusitado al contemplar la larga mesa, vestida de resplandores de sol...
Antes de sentarnos, damos las gracias por la vida, la sencillez, el amor y por un mundo mejor...
Bajo la mesa, los más pequeños, entonan una canción, los adultos alzamos la copa y brindamos por; las pequeñas cosas...
Con vosotros quiero brindar también por las pequeñas cosas, que son lo mejor de la vida y si queréis también podemos brindar por las cosas superlativas y no me quiero olvidar de brindar por el amor...

Otras vidas

Dentro de nuestra vida hay, recuerdos de otras vidas que, de una manera u otra se cruzaron  en el camino y dejaron sus huellas...
Los recuerdos nos llevan a contemplar; miles de miradas de distintos rostros humanos...
La cadencia de infinitas voces, cruzan el cielo de nuestra mente...
Nuestros pies, tienen el cansancio de todos los caminos y a menudo perdemos la fortaleza por algún camino...
El corazón, siempre nos lleva a otras vidas, otras miradas, otras voces...
Sin darnos cuenta, somos fuego, aunque todo este helado...

Con todo el amor

Me he adentrado en la espesura del bosque y en el solemne silencio de la densa penumbra, mis ojos han buscado; al más frondoso árbol, cuyas ramas, cuajadas de gotas de rocío, se levantan hacia el cielo, formando un simbólico abrazo entre la tierra y el firmamento...
Este árbol, tiene un profundo sentido a la hora de pensar en vosotros, porque junto a él, voy a dejar vuestros silenciados nombres y en este amanecer, pediré por todas vuestras necesidades e ilusiones...
Nada más hermoso que, conectar mis palabras con todos los silencios...
Tengo la seguridad de; la presencia  real de cada uno...
Este árbol corpulento y solitario, en medio de la niebla, se halla ahora rodeado de: nuestro gran amor...
Como podéis ver, ya tenemos nuestro personal árbol de Navidad...
No tiene luces brillantes, ni adornos, pero tiene una guirnalda invisible que, nos une a todos a través del ordenador...

                        ¡Feliz Navidad!

Vamos de compras

Cuando vamos de tiendas, nada nos convence, pero todo nos gusta y cuando nos convence y nos gusta; compramos...
Lo peor es que: a mitad de camino ya nos arrepentimos...
Volvemos sobre nuestros pasos y nos quedamos con aquello que menos falta nos hace...
Una vez en casa, lo miramos, lo volvemos a mirar, comprobando el gran fracaso de nuestra futilidad...
Siempre tropezamos en la misma piedra y de tanto caer, ya no sentimos dolor...
Puro vicio...