Quisimos ser y no fuimos, quisimos tener y perdimos, quisimos estar y brillar...
Un camino nos sedujo, la noche nos envolvió y siendo como eramos nos atrevimos a borrar la propia identidad...
Tuvimos la suerte en nuestras manos, la hogaza de pan en la mesa, pero perdimos el arte de soñar y hacer nuestros sueños, realidad...
Nuestra elocuencia tenía la certeza de ser una voz digna de ser oída...
Caímos en la cuenta de que el mundo había cambiado y que nada en nuestra vida volvería a ser igual...
Fue entonces cuando retornamos a la infancia, a las cosas pequeñas que nunca nos sedujeron...
Esas pequeñas cosas que dan la felicidad, goces escondidos que, en otro tiempo nos hubieran herido en el amor propio, pero que ahora forman ya parte del día a día...
Aunque no seamos, ni tengamos, ni brillemos; estamos, que ya es mucho...
Un camino nos sedujo, la noche nos envolvió y siendo como eramos nos atrevimos a borrar la propia identidad...
Tuvimos la suerte en nuestras manos, la hogaza de pan en la mesa, pero perdimos el arte de soñar y hacer nuestros sueños, realidad...
Nuestra elocuencia tenía la certeza de ser una voz digna de ser oída...
Caímos en la cuenta de que el mundo había cambiado y que nada en nuestra vida volvería a ser igual...
Fue entonces cuando retornamos a la infancia, a las cosas pequeñas que nunca nos sedujeron...
Esas pequeñas cosas que dan la felicidad, goces escondidos que, en otro tiempo nos hubieran herido en el amor propio, pero que ahora forman ya parte del día a día...
Aunque no seamos, ni tengamos, ni brillemos; estamos, que ya es mucho...