Nunca podré llegar a decir lo que siento en mi. Sentir no es la palabra exacta , la palabra quizás sea vivir, lo que no veo...
Sueño con amaneceres y ocasos e imagino a hombres y niños compartiendo el amor.
No puedo evitar sonreír ante este gesto tan sencillo, donde la felicidad surge de la complicidad...
Somos cómplices de amor, de ternura y amistad, donde los sufrimientos también están...
Sufro por todos vosotros y por mi y es, que estoy buscando esa palabra que no puedo encontrar...
Ahora me doy cuenta, de que quizás no sea una palabra lo que podáis necesitar, sino la intensidad del amor, que os pueda transmitir...