Cada ser humano contiene en su interior un mundo, hecho a su medida con sus mares y playas, valles y montañas e incluso habitantes...
En los primeros años de vida, los principales moradores de ese mundo invisible son: los personajes de los cuentos, el misterio y el miedo...
Al pasar el tiempo, los personajes fantásticos desaparecen, aunque el miedo permanecerá en nosotros para siempre...
Los restantes moradores de nuestro mundo personal irán apareciendo a lo largo de la existencia y serán como una gran cadena, que nos unirá a los diferentes paisajes y escenarios, e iremos formando una ciudad etérea, pero real...
Las playas recogerán en las olas las ilusiones perdidas y en realidad, ninguna ilusión se pierde...
Los rostros humanos, irán pasando junto a nosotros dejando la huella de su presencia y el aroma de su esencia impregnara nuestra vida...
Nuestro interior es, desigual y en el podemos perdernos, porque el pensamiento crea muchos mapas y distancias...
A veces somos rápidos y otras lentos, a veces estamos en calma y otras inquietos...
Las olas de nuestro mar nos lanzan a los desiertos de lo incierto...
Nuestro mundo interior es un lugar de voces y silencios, de luces y oscuridad. Todo y así, este lugar es: nuestro mundo personal...