La noche es esplendida y da gusto adentrarse por el sendero serpenteante...
Nuestro atuendo habrá de ser informal y como al afamado director le dio por escoger la cima de un monte, nuestro calzado habrá de ser lo más cómodo posible...
Hay tanta gente que lo mejor es taparse los ojos, porque lo esencial será escuchar...
Y así, con los ojos cerrados imaginamos que nos sumergimos en la profundidad azul del mar...
Imaginamos, la blancura de una ola rompiéndose entre las rocas, donde miles de gaviotas alzan el vuelo...
Nos hacemos capaces de cruzar las nubes, arrastrados por el siseante sonido del viento...
Tendremos la sensación de caer mansamente sobre un trigal dorado...
Las notas de este singular concierto serán capaces de adormecernos y llevarnos en volandas a los escenarios de la niñez...
Tendremos la sensación de que la música acaricia nuestra piel...
Y de repente, el apoteósico final nos hace volver a la realidad...Cuando la realidad, nadie la quiere...La realidad es abrir los ojos y contemplar lo vulgar que puede ser la vida...
Paciencia y a esperar otro concierto, que buena falta nos hace cerrar los ojos y soñar...
Nuestro atuendo habrá de ser informal y como al afamado director le dio por escoger la cima de un monte, nuestro calzado habrá de ser lo más cómodo posible...
Hay tanta gente que lo mejor es taparse los ojos, porque lo esencial será escuchar...
Y así, con los ojos cerrados imaginamos que nos sumergimos en la profundidad azul del mar...
Imaginamos, la blancura de una ola rompiéndose entre las rocas, donde miles de gaviotas alzan el vuelo...
Nos hacemos capaces de cruzar las nubes, arrastrados por el siseante sonido del viento...
Tendremos la sensación de caer mansamente sobre un trigal dorado...
Las notas de este singular concierto serán capaces de adormecernos y llevarnos en volandas a los escenarios de la niñez...
Tendremos la sensación de que la música acaricia nuestra piel...
Y de repente, el apoteósico final nos hace volver a la realidad...Cuando la realidad, nadie la quiere...La realidad es abrir los ojos y contemplar lo vulgar que puede ser la vida...
Paciencia y a esperar otro concierto, que buena falta nos hace cerrar los ojos y soñar...